Solo hay una cosa en la cual coinciden Rusia y EEUU, y es que no hay cabida para diálogos ni conversaciones entre ambas naciones.
Rusia advirtió este domingo que no haría concesiones bajo la presión de los Estados Unidos, advirtiendo que las conversaciones sobre la crisis de Ucrania podrían terminar temprano.
Entre tanto, Washington recalcó que los avances en las negociaciones dependían de la desescalada de Moscú.
Mientras tanto, la diplomacia de Estados Unidos espera evitar una posible invasión a Ucrania por parte de Moscú; pero, bajo esta concesión la línea entre ambos gobiernos cada día se ha hecho más delgada.
El viceministro de Relaciones Exteriores Sergei Ryabkov comentó que la diplomacia podría terminar en una sola reunión, esto anticipándose a la reunión programada para este lunes en Ginebra.
«No puedo descartar nada, este es un escenario totalmente posible y los estadounidenses … No deberían hacerse ilusiones sobre esto»; acotó además «Naturalmente, no haremos ninguna concesión bajo presión o en medio de constantes amenazas de los participantes en las conversaciones».
Por otro lado, el panorama visto desde el gobierno de Biden tampoco parece ser muy prometedor al respecto.
«No creo que vayamos a ver ningún avance la próxima semana» dijo el secretario de Gobierno de los Estados Unidos Antony Blinken.
En este escenario se tiene previsto que ambas partes pongas sus cartas sobre la mesa, y de esta manera esperar a ver si hay algún avance en las conversaciones.
No obstante, Blinken desestima cualquier posibilidad de logro tomando en cuenta los 100 mil soldados que Moscú tiene en las fronteras de Ucrania.
Contrariamente, Ryabkov desestimó cualquier plan de invasión alegando que solo responde al comportamiento agresivo y provocativo del Kiev en sus planes de la alianza militar con la OTAN.
Asimismo, el gobierno de Putin demanda la prohibición de una mayor expansión de la OTAN y el fin de la alianza de países de Europa Central y Oriental, que se unieron a este organismo después de 1997.
Pero el ambiente se tornó más gris luego de la llegada de las tropas rusas en apoyo al gobierno dictatorial de Kazajistán.
Fuente Reuters reseña las afirmaciones de Putin, cuando este afirmó que «Era hora que Rusia hiciera cumplir sus líneas rojas, y se asegure que la alianza no acepte a Ucrania ni estacione sistemas de armas allí que apunten a Rusia».
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